viernes, 1 de agosto de 2014

Detención de un sospechoso

Agentes de la UDCRyEC han procedido en la mañana de hoy, 1 de Agosto y
comienzo de las vacaciones para muchos, a la detención de un hombre sumamente peligroso que podía haber puesto en grave peligro a muchos ciudadanos.

Se trata de un hombre de unos 37 años que fue sorprendido en una cafetería del centro de Madrid pidiendo un café por favor y que dijo gracias cuando se lo sirvió el camarero. La detención pudo llevarse a efecto gracias a la ejemplar actuación de un ciudadano que avisó inmediatamente a la policía.

Para mayor descaro, el hombre ha reconocido a los agentes su delito, en el momento de su detención. Se cree que no iba con otros compinches.

Posteriores investigaciones de la Unidad de Delitos Contra el Régimen y la Educación para la Ciudadanía (UDCRyEC), han podido determinar que el sospechoso nunca ha sido visto escupiendo en lugares públicos, ni orina habitualmente por las calles, lo que confirma su condición de marginado peligroso.

Durante el registro de su domicilio, los agentes han podido comprobar que incluso tenía libros ¡usados!, y algunos vecinos han reconocido que varias veces le han escuchado decir "por favor" o lo que es peor: pedir disculpas.

La revisión de las cámaras del OCC (Observatorio para el Control
El sospechoso detenido
Ciudadano), han mostrado al sujeto en distintos días, circulando al volante de su automóvil por varias carreteras y autopistas respetando los límites de velocidad, e incluso frenando en semáforos en rojo o cediendo el paso a ciclistas y peatones, lo que seguramente conlleve un agravamiento de la condena.

Desde aquí, queremos dar las gracias a la UDCRyEC por su desvelo en la protección de nuestros valores.


ULTIMA HORA


Gracias a la colaboración ciudadana, se han obtenido testimonios que indican que el sospechoso, cuando viajaba en tren o autobús y hablaba por el móvil, lo hacía de tal forma que era imposible escuchar lo que estaba hablando, produciendo el natural desasosiego entre el resto de viajeros.
Y unos amigos suyos, pero buenos ciudadanos, han comentado que sospechaban de él, puesto que era capaz de divertirse sin necesidad de dar voces y gritos y hacer mucho ruido para que el resto de personas pudieran conocer su estado de alegría, y  sin alcanzar nunca el coma etílico.

Un logro del Régimen hacer que este sujeto asocial no cunda de mal ejemplo.